La inflación ejerce presión sobre todos los sectores económicos, y el mercado asegurador no es la excepción. En 2025, las primas de coche, salud y vivienda reflejan aumentos significativos. Comprender las causas detrás de estos ajustes y aprender a gestionar sus efectos resulta esencial tanto para particulares como para empresas.
Tras un auge del 15% en 2024, las tarifas de seguros de automóvil continuaron al alza. En 2025, se prevé un incremento adicional del 12-15%, con casos extremos en pólizas a todo riesgo, donde las subidas han alcanzado un 40%.
El seguro de salud no se queda atrás: las subidas medias superan el 10%, y algunos productos han registrado incrementos cercanos al 20%. Aunque no existe un dato único para el seguro de vivienda, las aseguradoras reportan alzas
paralelas, influenciadas por el alza en costes de materiales y mano de obra.
El trasfondo económico y estructural explica por qué los costes se trasladan al cliente final:
Los fenómenos extremos elevan las reclamaciones en seguros de propiedad. Las aseguradoras buscan alianzas público-privadas para mejorar resiliencia y mitigar riesgos. A la vez, la normativa refuerza la vigilancia sobre prácticas abusivas y controla incrementos bruscos de primas.
El desafío radica en mantener coberturas amplias sin trasladar la totalidad de costes al asegurado, equilibrando sostenibilidad financiera y protección adecuada.
Los aumentos constantes afectan el presupuesto familiar y empresarial. Muchos usuarios optan por recortar coberturas o elevar deducibles, pero esto puede dejar vulnerabilidades inesperadas.
Para contrarrestar la presión, es vital revisar las pólizas anualmente, comparando ofertas y aprovechando productos modulares que permitan personalizar la protección sin costos excesivos.
La inflación en Estados Unidos y Europa repercute en primas globales. Aseguradoras latinoamericanas y españolas ajustan tarifas de forma homogénea, afectando la profundización de seguros en mercados emergentes.
En Colombia y España, se impulsa la inclusión de nuevos segmentos de población, pero el alza de precios complica el acceso. Para 2025 y años siguientes, se esperan:
Existen varios ejes que atraviesan toda la discusión sobre inflación y seguros:
Si la inflación cede, las aseguradoras podrían estabilizar precios. Sin embargo, el “piso alto” generado por nuevos patrones de riesgo y la inversión tecnológica sugiere que las primas no retornarán a niveles previos rápidamente.
Enfrentar la inflación en seguros requiere estrategias proactivas tanto de las compañías como de los clientes. Las aseguradoras deben innovar en productos y procesos, mientras que los asegurados deben informarse y adaptar coberturas a su realidad financiera.
Solo así se logrará un equilibrio donde la protección siga siendo accesible, justa y alineada con los desafíos económicos y ambientales de nuestro tiempo.
Referencias