En un escenario económico desafiante, muchas personas buscan vías para acceder a crédito. El préstamo con aval familiar emerge como una alternativa basada en la confianza y el respaldo mutuo.
Un préstamo con aval solidario es un tipo de crédito en el que un familiar actúa como co-deudor. Desde el primer momento, el avalista responde por la totalidad de la deuda, sin esperar que la entidad reclame primero al titular principal.
Este mecanismo suele utilizarse cuando el solicitante carece de un historial crediticio sólido o garantías suficientes para acceder al préstamo de forma independiente.
La figura del avalista solidario implica asumir la totalidad de la deuda en caso de impago. No existen escalas de responsabilidad: la obligación es inmediata y puede ponerse en práctica en cualquier momento.
Sin embargo, es posible negociar con la entidad financiera que el avalista cubra solo un porcentaje del importe, por ejemplo responder solo al 20% de una hipoteca, de acuerdo con el acuerdo firmado entre las partes.
Para convertirse en avalista, la persona debe demostrar solvencia y cumplir varios criterios esenciales:
Al solicitar el préstamo, tanto el titular como el avalista deben aportar información básica y acreditar su capacidad financiera. Entre los documentos más habituales se incluyen:
Además, es imprescindible firmar un contrato de aval donde se especifiquen las condiciones y alcance de la responsabilidad. Cualquier modificación al préstamo requiere el consentimiento expreso de todas las partes implicadas.
Ventaja principal: Permite a personas sin historial crediticio obtener financiación gracias al respaldo de un familiar, evitando tipos de interés elevados en microcréditos y préstamos no garantizados.
Riesgos asociados: Si el titular incumple sus pagos, el banco puede reclamar directamente al avalista, afectando su patrimonio, su capacidad de endeudamiento futura y su historial crediticio.
En el contexto post-pandemia, algunos gobiernos han desplegado fondos de garantía públicos para facilitar préstamos sin necesidad de aval familiar en determinados sectores. No obstante, la banca tradicional sigue valorando el respaldo ligado a un avalista de confianza.
Avalar es un compromiso de gran importancia familiar que debe valorarse con detenimiento. Antes de firmar, conviene:
Con una decisión informada y responsable, el préstamo solidario con aval familiar puede convertirse en un instrumento de oportunidad y crecimiento, fortaleciendo lazos y generando confianza mutua.
Referencias